En el año 2020, en medio del exilio y la incertidumbre de una pandemia que afectaba al mundo entero, un grupo de mujeres nicaragüenses víctimas del desplazamiento forzado a raíz de la crisis sociopolítica en nicaragua del año 2018, se encontraron y juntaron con un propósito profundo y transformador: tejer una red de resiliencia y contención, apostando a prácticas ancestrales como el trueque, reavivando así el legado de sus ancestras. 

En este relato nos sumergimos en la historia y vivencias que ha construido la Red de Mujeres Pinoleras a lo largo de estos cuatro años de trabajo y resistencia. Acompáñanos en este viaje de la mano de mujeres que luchan a diario por su dignidad y sus derechos en tierra hermana, que han transformando la adversidad en una oportunidad de crecer y alzar la voz. 

Esta lucha tiene sus antecedentes en el estallido de abril donde la vida de las mujeres nicaragüenses cambió radicalmente en el 2018, expuestas a un sin número de violaciones de derechos humanos, persecución política, religiosa, étnica, de género, económica, jurídica y social, enfrentando la criminalización,  acoso, amenazas contra la vida y la integridad y otras múltiples formas de violencia que aumentaron su visibilidad a raíz del odio instaurado por el régimen autocrático en Nicaragua. Este régimen atacó a quienes e se opusieron, marcharon y que denunciaban públicamente las ejecuciones extrajudiciales cometidas durante las protestas pacíficas que iniciaron en abril, dejando a las mujeres en un estado de indefensión e inseguridad de forma integral. 

El Estado,que debía de ser garante de sus derechos evidenció aún más el autoritarismo, convirtiéndose en el principal instrumento de represión, desconfigurando el sistema democrático provocando un desmantelamiento del Estado de Derecho., A esto se sumaron  la corrupción, los cierres de los espacios cívicos, la criminalización de la protesta social y la persecución a las activistas y defensoras de derechos humanos a significado un riesgo para la vida de las mujeres de manera integral. Esto las obligó  a desplazarse de manera forzada e inmediata para salvaguardar su vida, lo cual ha significado el abandono de sus familias y seres amados, la pérdida total de su patrimonio, el truncamiento de sus procesos de formación con el cierre de las entidades universitarias y eliminación de historiales y expedientes académicos. Por lo tanto, el desplazarse de manera forzada fue inminente cambiando la dinámica de vida de las familias nicaragüenses y por ende de las comunidades en general. 

El desplazamiento forzado, pasa por las cuerpas 

Buscando libertad en Costa Rica, entraron por Guanacaste y Alajuela algunas caminando cansadas entre sol, agua y monte, mujeres solas otras con hijxs con mucha incertidumbre, pero con convicción, buscando libertad, seguridad y protección, con la promesa de regresar a sus pueblos en tres meses máximo. 

Ya en tierra vecina comenzaron los retos; duelos no resueltos, autosostenibilidad, xenofobia, barreras al acceso a la salud, vivienda, educación, a la homologación de títulos, difícil acceso a un empleo digno con remuneración y garantías sociales. 

La memoria de cada cuerpa guarda la historia vivida en cada cruce, pero también de cada mano amiga que brindó acogida. 

En el año 2020 entre espacios de escucha y trueques, organizados entre activistas feministas y defensoras de derechos humanos para hacerle frente a la pandemia de la Covid-19 se comenzaron a juntar y luego lanzaron el mercadito virtual pinolero, el primer canal de comunicación digital que anunciaba la primera feria navideña de ese año.

Como estructura organizacional nace tiempo después como una estrategia de resistencia en el exilio, transformando las necesidades individuales en múltiples acciones colectivas tanto sociales, políticas, económicas y holísticas. Con esa visión, durante estos cuatro años, diferentes organizaciones han acompañado el trabajo de la red contribuyendo a su fortalecimiento institucional. Con una gobernanza horizontal, el ejercicio de conducción intenta ser un modelo más democrático, encontrando en la diversidad de opiniones una fortaleza, pero también un desafío para converger y avanzar. 

La Red de Mujeres Pinoleras, en la actualidad, está integrada por emprendedoras nicaragüenses de diferentes edades que impulsan diversos modelos de negocios, desde gastronomía hasta cosmética natural e importación de artesanías nicaragüenses. Cabe mencionar que está en constante cambio, lo cual responde al proceso de movilidad humana.

Con un enfoque político más reflexivo y de genero, se han creado algunas estrategias que fomentan el empoderamiento económico, formación y la autosostenibilidad de las integrantes, basadas en la economía feminista y la economía social solidaria. La realización mensual de la Feria Pinolera, desde el año 2020, ha permitido que no solo las emprendedoras puedan comercializar sus productos, sino que también la comunidad nicaragüense en Costa Rica pueda acceder a un espacio de cultura viva, reencontrarse con amigos y familiares, y continuar haciendo incidencia. 

Considerando que la REMUPI nace en un contexto complejo y en respuesta a lo que se vive en Nicaragua, la Red comenzó a realizar acciones de incidencia política nacional e internacional participando en giras internacionales lo cual ha permitido denunciar en diferentes espacios las violaciones de derechos humanos que aún se cometen dentro del territorio nicaragüense, sobre todo la detención arbitraria a mujeres jóvenes víctimas del régimen. Ha trabajado en la presentación de informes para CEDAW en el año 2023, y ha expresado una declaración durante el diálogo interactivo caso Nicaragua en el 54ª periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ginebra septiembre de 2023. En relación al informe presentado por el Grupo de Expertos en Derechos Humanos, delegados por las Naciones Unidas para el caso Nicaragua. 

volcánicas Red de Mujeres Pinoleras: Transformando la adversidad a través de la colectividad

Este 20 de octubre, cumplen cuatro años de trabajo y se siguen preparando e incursionando en nuevos retos para salir adelante con resiliencia, articuladas en espacios como la RedProdePaz, promoviendo alianzas con colectivas feministas y diferentes acciones con asociaciones y movimientos que promueven y defienden los Derechos Humanos. Logrando así hacer comunidad 

Participan activamente para la construcción de una Nueva Nicaragua, la Nicaragua que todes queremos más inclusiva, con una política de género no negociable donde se pueda acceder a la justicia y reparación del tejido social. Por lo tanto, estando claras de su visión y misión y de las brechas de desigualdad de género, xenofobia, clasismo, misoginia y las tareas de cuidado como construcción social instaurada, siguen desafiando al sistema, colocando a la mujer en el centro de su estrategia de empoderamiento, reconociendo que se necesitan de múltiples cuidados y de un tejido social y redes de contención fuertes para poder crecer y resistir en la lucha constante por el reconocimiento de sus derechos humanos.

Biografía de la autora: 

Fernanda Martínez nicaragüense, licenciada en derecho y relaciones internacionales, feminista y defensora de derechos humanos. Actualmente exiliada y solicitante de refugio en Costa Rica. Coordinadora de Incidencia Política de la Red de Mujeres Pinoleras.