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1. Tener una relación consanguínea (ser familia de sangre), afinidad (familia política), vínculo de hecho (parejas sin casarse o casadas), una relación de guarda o tutela (personas encargadas de personas menores de edad o personas con discapacidad).

2. Hecho violento de manera física, sexual, psicológica o patrimonial. No es requisito la dependencia económica (Tribunal de Familia voto 00225-2022). La relación de pareja pudo ya haber terminado pero la violencia doméstica continua.

Dependen de cada caso, pero puede implicar que se saque a la persona agresora de la casa, prohibirle a la persona agresora acercarse a la víctima, quitarle y prohibirle tener armas, prohibición de agredir, perturbar o intimidar a la víctima, entre otras (artículo 3 Ley contra la Violencia Doméstica – Ley 7586).

Las medidas de protección de violencia doméstica tienen un plazo máximo de un año. Si se desea que el plazo sea mayor, tiene que iniciarse un proceso nuevo sobre situaciones o hechos nuevos.

Las personas mayores de edad en favor de sí mismas. Las personas mayores de edad en favor de personas menores de edad. Las personas entre 12 y 18 años en favor de sí mismas. El PANI (Programa Nacional de la Infancia) también puede solicitarlas.

En el Juzgado de Violencia Doméstica de la comunidad, si no existe uno, en el Juzgado Contravencional de donde vive la víctima.

Nombre completo de la persona agresora y su dirección física.

Narrar los hechos violentos: Se aconseja explicar el contexto primero (explicar el tipo de vínculo o relación con la persona agresora y los tipos de violencia en genérico) y luego contar los hechos en orden cronológico con el mayor detalle posible (ver consejos para denuncia escrita).

Pruebas: No hay pruebas específicas indispensables, se entiende que la violencia doméstica se da en el ámbito privado. La mayor prueba es el testimonio propio, lo que una puede contar. Además, pueden existir mensajes de texto, mensajes por redes sociales, el testimonio de personas allegadas que hayan presenciado alguna situación violenta, registros médicos de atención por violencia física o sexual, fotos o registro de nacimiento de hijos e hijas en común. La prueba depende de cada caso específico, pero se aconseja siempre ofrecer el testimonio de una misma.

Indicar cuáles medidas se están pidiendo (ejemplo: sacarlo de la casa, que no se pueda acercar a una, entre otros).

Medio de notificaciones propio: debe ser una dirección física bien detallada o una dirección de correo electrónico validada por el Poder Judicial. Si no se tiene acceso propio y constante a internet, es mejor dar una dirección física. La ley no permite notificar por mensajes de texto o llamada. Si hay dudas sobre lo que sucedió, las medidas de protección se dan o se mantienen en favor de la víctima. En materia de violencia doméstica, la duda se interpreta en favor de la víctima. NO es necesario tener condición migratoria regular para solicitar medidas de protección ante la violencia doméstica o participar de cualquier otro tipo de proceso judicial.

Existe la obligación legal de recibir todas las denuncias, si no quieren tomar su denuncia puede acudir a la Contraloría de Servicios del Poder Judicial. Puede hacerlo de manera presencial (tiene varias sedes en todo el país y suele estar en el mismo edificio principal del Poder Judicial de la localidad), por correo electrónico, por teléfono (la central nacional del Poder Judicial es 22-95-30-00) y por formulario en línea.

 Los expedientes judiciales de violencia doméstica suelen ser digitales en casi todo el país, por lo que se pueden revisar por internet si se tiene acceso a Gestión en Línea, que es la página web del Poder Judicial dedicada a esto. Para poder ver un expediente, una tiene que ser parte de las situaciones que se conocen en ese caso y pedir un acceso. El usuario y clave de Gestión en Línea se puede pedir en el mismo juzgado donde se tramita el expediente o en las oficinas de las Contralorías de Servicio del Poder Judicial. Si no se tiene acceso a internet o no se sabe cómo utilizar Gestión en Línea, se puede ir presencialmente al juzgado donde se tramita el expediente y pedir que se grabe este en una memoria USB (o llave maya), en un CD, en un DVD, también solicitar que se le explique cómo usar Gestión en Línea. Si del todo no se tiene acceso a medios tecnológicos, ni alfabetización digital, así como la ausencia de medios económicos, se puede pedir que se imprima el expediente de manera gratuita y excepcional por estas condiciones de vulnerabilidad, aunque en la práctica es muy dificultoso que esto suceda.

En materia de violencia doméstica no hay “juicio” o audiencia, se dan las medidas sin esto. Solo hay audiencia cuando el juzgado da las medidas de protección y la persona agresora pide que haya una. La persona agresora tiene 5 días hábiles para pedir la audiencia, si la pide después, no se hace. Si hay audiencia, una puede declarar sin que la persona agresora esté presente. Se recomienda pedirle eso a la persona que le atienda cuando se llegue al juzgado. Usualmente cuando se llega a una audiencia judicial, una se reporta ante una persona auxiliar judicial y se le debe hacer la solicitud, en caso de que no fuera atendida la petición, se debe reiterar a la jueza o juez encargado.
“Quiero medidas de protección para que me deje en paz, pero no quiero que vaya a la cárcel”
Los procesos de violencia doméstica solo dan medidas de protección, no son como un proceso penal, la persona no va a la cárcel ni tiene ese tipo de consecuencias. Si algo de lo que se cuenta en violencia doméstica es también un delito, los jueces y las juezas tienen la obligación de avisarle a la Fiscalía y esta última de investigar. Pero si una no quiere seguir el proceso penal, se le dice eso a la Fiscalía y el proceso penal suele archivarse.