Poesía por Magy P. Castillo
Fundir el silencio con la saliva
regar los cactus y que florezcan en sed
quiero generar unas hambres profundas en vos
manifiesto de la muerta de hambre
para comernos
para servirme fría
mis carnes en huesos
lo extrañan todo,
hasta el hambre.
Ya se acuerdan del delirio
con la panza plana
y la frase maldita en la cabeza
Tengo hambre ¡Quiero comer!
Quizá, ese es el sentir latinoamericano
no sé si es mi tristeza o la melancolía de mi tierra.
Como ahora, como ayer
muerta y lánguida de inanición
no entra alimento por esta cuerpa
mi alma ha crecido en mi vientre.
Estoy repleta de hambre.
Soñar con banquetes,
reír sus gestos
mientras preparamos, una fiesta.
Una fiesta para comernos
los sueños de un digno presente…
¡Aquí venimos a hartarnos vivas!
No quiero comerme el mundo
quiero comerme los miedos,
las penas con un trago de ron
las carencias envueltas en tortillas de comal;
Tengo hambre de despojo
hambre de desarraigo
hambre de afectos
la tengo en mi esencia.
Comernos es una apuesta colectiva
es juntar las migajas de tu alacena
compartir la mesa
sentadas recitar poemas.
Si el hambre no desaparece
yo deseo siempre un porvenir con manos
casas abiertas,
dispuestas a eliminar
la indecencia de no ofrecer un plato
no sostener las dolencias
ni regalar agua o
quitarse el odio a viajantes cuando entran.
Poesía por Magy P. Castillo